diumenge, 4 de novembre del 2012

Mientras Hay Vida Hay Esperanza

Este fin de semana es la celebración del día de los difuntos, los nuestros y los de los demás, pero no estaría nada mal dedicar unos breves momentos a pensar también en los moribundos. Los japoneses, por ejemplo, cuya economía y sociedad se está hundiendo lentamente, por momentos, como la Venecia que se deja ir majestuosamente hacia el fondo del mar.

Los japoneses llevan 20 años luchando infructuosamente contra los efectos secundarios de una burbuja inmobiliaria reventada que en su momento era la mayor de la historia, e intentando recuperar la dinámica económica de antaño, aunque por mucho que se esfuerzan no logran conseguirlo.

Este año el gobierno japonés tendrá un déficit fiscal de alrededor de un 10%, o sea, el mayor del mundo. Según las estimaciones del FMI, la deuda acumulada por el gobierno superará también este año los 235% del PIB del país. Además, ya hace muchos años que el banco de Japón tira de la máquina e imprime billetes, pero sin lograr la tan deseada inflación; por el contrario, el país está hundido en una deflación casi constante.

Algo va mal. Ni la política monetaria ni la política fiscal están funcionando como tendrían que funcionar. Es evidente que las recuperaciones económicas no son automáticas y hay que replantearse muchas cosas.

Según una hipótesis, a la cual yo me subscribo, la raíz de este problema se encuentra en el cambio demográfico que está en marcha en nuestras sociedades y en el envejecimiento de la población. En este sentido Japón es simplemente un pionero, cuyo dedo nos señala el camino que vamos a seguir nosotros mismos.

Sean cuales sean las razones, lo que es indiscutible es que hay vida más allá de la zona Euro, pero que esta vida no es la que muchos imaginan. No basta con tener un Banco Central que puede tanto imprimir billetes de una moneda propia como comprar la deuda del gobierno. Algo va mal y todavía estamos lejos de identificar el qué. Por lo tanto, sigo creyendo que este fin de semana convendría pensar en los moribundos, aunque sólo sea por unos momentos, para ver si podemos encontrar un diagnóstico y una cura antes de que pasen al mundo de los muertos.

L'article que va publicar La Vanguardia el diumenge 4 de novembre de 2012 en el suplement Dinero