diumenge, 2 de desembre del 2012

En El Punto Muerto

Todos somos humanos y de vez en cuando todos nos equivocamos. Hace cuestión de semanas predecía que España no tendría más remedio que pedir rescate, posiblemente después de las elecciones catalanas, o como muy tarde antes de Navidad.

Me equivoqué. En un cambio de escenario bastante radical, parece que los mercados de bonos están dispuestos a aceptar la declaración de Mario Draghi sin más, y de momento no hace falta activar el programa de compras. Incluso parece que el estado puede ir financiándo-se durante todo el primer trimestre del año que viene.

Este cambio de rumbo significa que no hay presión sobre el gobierno de Mariano Rajoy para acudir en el futuro inmediato al fondo de rescate europeo y, por lo tanto, no veremos a los hombres de negro desembarcando de ningún avión en el aeropuerto de Barajas. Esta nueva circunstancia esta debida principalmente a la confianza de los inversores de que después de las elecciones alemanas veremos nuevos medidas a nivel europeo, por lo que el mar estará bastante tranquillo durante este intermedio. Incluso están dispuestos a ganar un poco de dinero mientras tanto practicando el nominado “carry” , o sea, pidiendo prestado dinero al BCE a menos de un 1%, y prestando este dinero a los gobiernos de la periferia por más de un 5%.

Es decir, el interregno que vivimos significa que los gobiernos pueden financiarse con más o menos facilidad, mientras que la economía real sigue su camino hacia abajo. Todos hemos visto esta semana las previsiones de la OCDE: por una parte una caida del PIB español para el año que viene de mayor magnitud que para este año, y por otra, una subida del paro de hasta un 27% por ciento de la población activa.

Está claro que hay un desfase escandaloso entre las necesidades de la gente que está casi literalmente en la calle y las de los que la gobiernan. A lo mejor el Presidente del Gobierno español encuentre los tipos de interés actuales aceptables, pero tal y como yo dije a la Cámara de Comercio Británico la semana pasada, no es precisamente él el que los tiene que pagar de su propio bolsillo.

L'article que va publicar La Vanguardia el diumenge 2 de decembre de 2012 en el suplement Dinero